Entre Elizabeth, Darcy y la señorita Bingley hay un triángulo amoroso; la srta. Bingley está encaprichada con Darcy, pero de manera totalmente superficial, y tiene celos de Elizabeth; Darcy, que ignora a Bingley, está cautivado por Elizabeth, su belleza y su ingenio, pero también está frustrado por su actitud terca; y a Elizabeth le desagrada la petulancia de Darcy, pero establece una relación de suave rivalidad a través de su ingenio. Por su parte, ella está mucho más interesada en el señor Wickham, encantador y vivaz, y que al parecer sufre del rencor de Darcy. A lo largo de la novela, después de que la srta. Bingley desaparece de la trama, Darcy va enamorándose más y más de Elizabeth, hasta que se da cuenta que realmente siente amor por ella y está dispuesto a perdonarle sus fallas (y aguantar a su familia) y reconocer sus propios errores por ella. Elizabeth se niega, por su propio orgullo y sus prejuicios, a aceptar al señor Darcy, pero en el fondo desea conocerlo mejor. Es...
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